Ciudad de México. Un enfrentamiento entre presuntos miembros de los cárteles Jalisco Nueva generación (CJNG) y de Sinaloa ocurrió la madrugada de ayer en las inmediaciones de la comunidad San Juan Capistrano, en la sierra de Valparaíso, con saldo de al menos 30 pistoleros muertos, según fuentes gubernamentales y castrenses.
Se trata de la cuarta refriega entre estos dos grupos en menos de una semana: el 25 de junio el choque fue en esta misma región de la Sierra Madre Occidental, limítrofe entre Zacatecas y Jalisco, y dejó un saldo de 18 víctimas.
Al día siguiente se suscitó otro enfrentamiento, aunque de menor intensidad, en el municipio de Pánuco, y el 27 de junio la disputa ocurrió en el poblado de Chaparrosa, municipio de Villa de Cos. De estos dos últimos choques el gobierno no reportó muertos.
Este jueves, al cruzar el río Tepetatita –unos cinco kilómetros antes de arribar a la ex hacienda de San Juan Capistrano–, los sicarios volvieron a enfrentarse y perseguirse entre brechas y laderas de los cerros.
A las ocho de la mañana llegaron soldados del 97 Batallón de Infantería, con sede en Fresnillo, y más tarde lo hicieron decenas de integrantes de la Guardia Nacional (GN).
Al mediodía llegaron agentes de la Policía Ministerial Investigadora y peritos de la Fiscalía General de Justicia de Zacatecas. La caravana de vehículos militares y policiacos desplegada a un costado de la carretera estatal número 60 incluía cuatro vehículos para traslado de cadáveres.
Desde el puente del río Tepetatita, oficiales de la GN resguardaban una camioneta Nissan Frontier azul marino, baleada y desmantelada. Más adelante, un convoy de militares y policías ministeriales resguardaba las unidades que transportaban los cuerpos, a un costado de una brecha, cuyo paso estaba cerrado por militares.
Reporteros de varios medios arribaron alrededor de las 16:30 horas. Los soldados y los agentes permanecieron en la zona, sin proporcionar información sobre el número de decesos. Luego de capturar imágenes, los periodistas se marcharon.
Pese a las evidencias y al amplio despliegue policiaco y militar, alrededor de las 18 horas en la capital de Zacatecas el titular de la Secretaría de Seguridad Pública del estado, Arturo López Bazán –comisionado de la GN–, aseveró en un comunicado: “Tras reportarse un enfrentamiento entre grupos antagónicos en Valparaíso, el Grupo de Coordinación Local (GCL) confirma que no se localizaron cuerpos sin vida ni indicios que refieran tal hecho”.
Sin embargo, la propia SSPZ, admitió que este choque armado fue de grandes dimensiones, pues se requirió el despliegue “de más de 200 efectivos de GN, la Secretaría de la Defensa Nacional, la Secretaría de Seguridad Pública y la Fiscalía General estatal, que realizaron patrullajes terrestres, reconocimiento y cobertura aérea”.
Por su parte, el gobernador priísta Alejandro Tello Cristerna reforzó en su cuenta de Twitter la versión oficial de que no hubo muertos, pero sin querer desmintió a la propia SSPZ, al calificar de “supuesto enfrentamiento” el choque armado que reportó antes López Bazán.
En cuentas de Twitter y otras redes sociales presuntamente vinculadas a delincuentes circularon de imágenes de decenas de hombres ejecutados y vehículos baleados y calcinados en la refriega en San Juan Capistrano.
En este contexto, dos paramédicos de la Secretaría de Salud Jalisco (SSJ) adscritos al hospital de Huejuquilla el Alto, fueron asesinados a disparos cuando regresaban de dejar un paciente en Fresnillo, Zacatecas.
Los cuerpos de los trabajadores de la SSJ fueron encontrados a un lado de la ambulancia que tripulaban, en la comunidad La Florida, municipio de Valparaíso, en territorio de Zacatecas. Huejuquilla el Alto es un municipio jalisciense que se ubica entre las localidades zacatecanas de Valparaíso y San Juan Capistrano.
Esta región, en disputa entre los cárteles más poderosos de México, es de gran importancia para ellos, pues es una parte de la Sierra Madre Occidental de difícil acceso, donde colindan los estados de Jalisco, Nayarit, Zacatecas y Durango, propicia para el trasiego de drogas.
Con información de La Jornada