El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y su esposa, la primera dama Jill Biden, en representación del pueblo norteamericano, enviaron sus condolencias a la reina Isabel II y a la familia real británica por el fallecimiento del príncipe Felipe de Edimburgo.
“En nombre de todo el pueblo de los Estados Unidos, enviamos nuestro más sentido pésame a Su Majestad la Reina Isabel II, la Familia Real y a todo el pueblo del Reino Unido por la muerte de Su Alteza Real el Príncipe Felipe, Duque de Edimburgo. En el transcurso de sus 99 años de vida, vio cómo nuestro mundo cambiaba de manera dramática y repetida. Desde su servicio durante la Segunda Guerra Mundial, hasta sus 73 años junto a la Reina y toda su vida en el ojo público, el Príncipe Felipe se dedicó con gusto al pueblo del Reino Unido, la Commonwealth y su familia. El impacto de sus décadas de servicio público devoto es evidente en las dignas causas que levantó como patrón, en los esfuerzos ambientales que defendió, en los miembros de las Fuerzas Armadas que apoyó, en los jóvenes que inspiró, y mucho más. Su legado vivirá no solo a través de su familia, sino en todos los esfuerzos caritativos que formó”, expresó Biden a través de un comunicado difundido por la Casa Blanca.
“Jill y yo mantendremos a los hijos, nietos y bisnietos de la Reina y el Príncipe Felipe en nuestros corazones durante este tiempo”, finalizó el presidente.
El príncipe Felipe murió este viernes a los 99 años en el Castillo de Windsor.
“Con profundo dolor, su majestad la reina anuncia la muerte de su amado esposo, su alteza real el príncipe Felipe, duque de Edimburgo”, afirmó un comunicado del Palacio de Buckingham. “Su alteza real falleció pacíficamente esta mañana en el Castillo de Windsor”, precisó.
Pocos minutos después, cientos de londinenses conmovidos por la noticia se acercaron a poner flores a los pies del lugar donde está el texto del comunicado, que no da mayores especificaciones sobre los pasos a seguir.
Se estima que el funeral será pomposo pero no abierto a público masivamente, dado el contexto que marca la pandemia.
Los funcionarios del Palacio de Buckingham se están preparando para un funeral ceremonial real en el Castillo de Windsor, en Berkshire, de acuerdo con el pedido del Duque de Edimburgo previo a su muerte. También se espera una procesión militar en Londres, si las restricciones de la pandemia lo permiten.
El ataúd con el cuerpo del duque de Edimburgo será trasladado en algún momento en los próximos días a la Capilla Real en el Palacio de St. James en Londres. Aquí es también donde yacía la princesa Diana durante varios días antes de su funeral en 1997. Por protocolo, el público no podrá acercarse a despedirlo.
Con información de Infobae