Históricamente la burocracia ha estado en las antípodas de la tecnología, ambos poseen ciertos rasgos de incompatibilidad; lo que se puede argumentar como cierto es que los procesos administrativos y trámites que resuelve un gobierno, son lentos comparados con el “modus viviendi” de una realidad veloz y demandante, e inclusive si se solicitara algún permiso jurídico, está latente el temor del requirente que existiere algún acto de corrupción.
Por otro lado, el blockchain (cadena de bloques) es la tecnología que está detrás de bitcoin, es una estructura de datos cuya información se agrupa en conjuntos para añadir metainformaciones a otro bloque de la cadena anterior, o sea, que conforme se van agregando datos a la cadena, se forma algo llamado nodos, que sólo se pueden alterar o modificar uno por uno, lo que sería inviolable e inviable su decodificación.
Para ir desmenuzando todo el tecnicismo utilizado anteriormente, un ejemplo sería que en las oficinas gubernamentales utilizaran ésta tecnología, y al momento de ir a tramitar tu “carta de no antecedentes penales”, en vez de que te atienda una persona en la oficia y buscar en los registros (los cuales no son totalmente fiables), el ciudadano podría interactuar directamente con el gobierno sin intermediarios y con la plena confianza y seguridad que le entregarán su carta y la podrá imprimir en su casa; por si algún motivo es que comete más delante alguna falta administrativa o delito, se le agrega a la cadena un nuevo “hash” es una identificación única que formaría el nuevo nodo donde todas las computadoras conectadas a los bloques en forma de cadena, podrán ver el nuevo delito o falta administrativa sin llegar a poder pervertir el proceso.
Lo que brinda el blochchain a la burocracia es certeza jurídica, ya que si acudes a la dependencia gubernamental correspondiente a solicitar un trámite de permiso para la venta de alcoholes (poner un bar), en el supuesto de que te atendiera un servidor público corrupto que de cierta tarifa que el gobierno te cobre, el funcionario público podría pedirte una comisión para hacer entrega del permiso, ya que de no ser así podría ceder la autorización para venta de alcoholes a otra interesado que si esté dispuesto a corromperse.
Aquí algunos de los ejemplos donde podría utilizarse el Blockchain en el gobierno;
Por mencionar algunas. Por ello mientras se acercan las campañas electorales y los políticos se desgastan en viejas usanzas, la tecnología avanza más veloz que la burocracia y los gobierno que tomen la batuta logrará darle mayor certeza jurídica a sus ciudadanos.