Si continúa la expansión del Universo, se producirá lo que se llama “la gran ruptura”, es decir, el espacio-tiempo se va a fracturar, algo que no se esperaba, alertó Julieta Fierro Gossman, investigadora del Instituto de Astronomía de la UNAM.
Durante su participación en el “Ciclo de charlas grandes maestros”, organizada por la Coordinación de Difusión Cultural de la Universidad Nacional, la divulgadora de ciencia añadió que esta situación es condición necesaria para su existencia, porque si estuviera quieto, la gravedad total haría que se colapsara, de acuerdo con un comunicado de la UNAM.
Conforme esto sucede, dijo, es posible medir su velocidad y por eso hoy los expertos saben que se formó hace 13 mil 800 millones de años y que su expansión se acelera.
Aseguró que a la humanidad le preocupa, desde siempre, cuál será el futuro. Por ejemplo, las grandes culturas temían que se acabara el Sol y hacían rituales para que permaneciera.
“Ahora sabemos que el Sol no se acaba cada 52 años, pero sí dentro de cinco mil millones de años dejará de tener reacciones termonucleares del hidrógeno y empezará a tener las del helio; se calentará mucho, se inflará, arrojará su atmósfera al espacio y quedará el puro núcleo del Sol rodeado de una envolvente en expansión”, detalló la ex titular de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia de la UNAM.
Esto implica, agregó durante su plática titulada El fin del Universo, que la Tierra se va a fundir y todo en ella se irá al espacio para mezclarse con otras nubes del medio interestelar. “Seguramente se van a crear otras estrellas, con otros planetas y civilizaciones, que piensen en esto, en el tiempo y el futuro”.
Fierro Gossman explicó que la Vía Láctea se fusionará con la galaxia de Andrómeda y cuando eso ocurra la Tierra ya no existirá. Y abundó: “se reorganizará nuestra galaxia y, después de miles de años, seremos parte de una hermosísima galaxia elíptica y un mega gigantesco hoyo negro”.
Informó que estudios astronómicos revelan que el 70 por ciento del Universo está formado por energía oscura –la que permite expandirlo y no se sabe qué es-, el 26 por ciento es materia oscura que mantiene unidas a las galaxias, mientras que la materia común representa sólo cuatro por ciento del Universo.
“El 0.005 por ciento de lo que hay en el Universo es la luz que nos permite observar los astros y con esto es con lo que analizamos el Universo, y, por supuesto, con nuestro cerebro”, comentó la experta en materia interestelar.
Con información de Vanguardia