EFE
Los Ángeles, Estados Unidos.- Las autoridades de migración ponen en peligro la salud física y mental de mujeres y niñas bajo su custodia e incluso niegan el derecho al aborto en casos de abuso sexual, reveló un estudio publicado este lunes por el Center for American Progress.
El reporte "Immigration Detention Is Dangerous for Women's Health and Rights" encontró que las políticas del Gobierno del Presidente Donald Trump aumentaron el riesgo para la salud de las migrantes y violan sus derechos básicos sistemáticamente.
El informe destaca que, desde octubre de 2017 hasta agosto de 2018, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, en inglés) detuvo a mil 655 mujeres embarazadas, que en su mayoría supuestamente no recibieron la atención médica necesaria.
Además, otro gran obstáculo que tendrían que enfrentar las niñas y mujeres migrantes son los abusos sexuales que sufren bajo custodia del Gobierno estadounidense.
Nora Ellmann, autora del estudio, subraya que de mil 224 denuncias de abuso sexual bajo custodia del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) entre enero de 2010 y septiembre de 2017, sólo 43 fueron investigadas.
También, el 59 por ciento de los presuntos autores fueron identificados como agentes de migración o contratistas privados.
En el texto se cita el caso de una migrante salvadoreña, a quien nombran Teresa, que en 2017 llegó con cuatro meses de embarazo en busca de asilo al puerto de entrada de San Ysidro, California, y resultó detenida.
A pesar de que la migrante expuso a las autoridades en repetidas ocasiones que estaba embarazada y presentaba sangrado, no le prestaron atención médica.
Sólo unos días después, el personal médico en el centro de detención confirmó que había tenido un aborto espontáneo, pero nunca le dieron atención fuera del centro a pesar de que tuvo serias complicaciones.
Las autoridades también hicieron caso omiso a las peticiones para que fuera liberada por razones humanitarias. Cuatro meses después de abortar, Teresa continuaba detenida y no había recibido tratamiento médico.
Asimismo, el estudio destaca que entre los años fiscales 2017 y 2018 se reportó que 28 mujeres tuvieron abortos espontáneos bajo custodia de ICE.
De acuerdo con la investigación, la Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR) socavó el acceso a la atención de salud reproductiva al negar solicitudes de aborto a menores migrantes, a pesar de que algunas habían sido abusadas sexualmente.
El ex director de ORR, Scott Lloyd, no aprobó ni una sola solicitud a menores de edad en busca de atención por aborto.
Aquellas que pudieron recibir un aborto lo hicieron sólo después de que un tribunal interviniera, anota el reporte.
El informe recomienda al Gobierno y al Congreso restablecer la liberación de migrantes embarazadas, así como prohibir la práctica de encadenarlas.
Pide prohibir el uso de confinamiento solitario a los migrantes y asegurar que las agencias que los detiene estén implementando estándares de atención médica y de salud mental culturalmente competentes e informados en el tema.
"Los legisladores deben realizar una supervisión agresiva de las agencias de aplicación de la ley de inmigración para garantizar que defiendan la salud y los derechos de cada individuo, pero especialmente de las mujeres", puntualizó Ellmann en un comunicado.