Cd. de México (25 marzo 2019).- La promesa de Morena de derogar la reforma educativa de Enrique Peña Nieto y no dejar ni una coma quedará a medias.
El proyecto de dictamen que se discutirá esta semana en la Cámara de Diputados es una versión "light" de la reforma del sexenio pasado, pues no desaparece la evaluación a los maestros para su acceso y ascenso, y mantiene el control de las plazas por parte del
Estado.
La esencia de la reforma persiste porque se conserva que los docentes se sometan a procesos de ingreso, promoción y reconocimiento; sólo se elimina la palabra "permanencia".
Si bien se va a desaparecer al órgano autónomo Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), la reforma considera a un nuevo organismo que estará encargado de medir los resultados de las políticas educativas del País y aplicar las evaluaciones a los profesores.
La propuesta de dictamen no plantea la derogación de toda la reforma al artículo tercero de la Constitución aprobada en el sexenio pasado, como han exigido los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
Los diputados del PRI Héctor Yunes y Cynthia López afirmaron que se logró mantener el espíritu del 80 por ciento de la reforma del Gobierno de Peña Nieto.
"Se recupera el 80 por ciento de la reforma del Presidente Peña, el 80 por ciento está en ese dictamen, y nos importa porque son dos cuestiones fundamentales, los mecanismos de ingreso y la evaluación", explicó López.
Manifestó que la mayoría de los cambios son de forma y no de fondo, aunque, advirtió, también hay retrocesos.
"La redacción que habrá significa una involución, más allá de toda duda con relación al texto vigente", expresó.
Frente a la demanda de los maestros de que haya un acceso automático de los normalistas a los centros escolares y se elimine la evaluación para el ingreso, es decir, sin realizar exámenes, los diputados prevén añadir en el dictamen un artículo al 16 transitorio.
En ese artículo se quiere mantener la rectoría sobre las plazas, como lo prevé la reforma de Peña.
La redacción actual del numeral III en el artículo tercero constitucional desaparece por completo, especialmente la parte donde se señala que la ley fijará los criterios, los términos y las condiciones de la evaluación obligatoria para el ingreso al servicio profesional.
También se elimina la redacción donde se indica que los ascensos a cargos directivos se llevarán a cabo mediante concursos de oposición que garanticen la idoneidad de los conocimientos y capacidades que correspondan.
En tanto, el nuevo proyecto menciona que la admisión, promoción y reconocimiento del personal magisterial se realizará a través de procesos de selección a los que concurran los aspirantes en igualdad de circunstancias.
Establece que en ningún caso los procesos de selección estarán ligados a la permanencia y que considerarán los conocimientos, aptitudes y experiencias de los docentes necesarios para el aprendizaje.
"Los nombramientos sólo se otorgarán conforme a este procedimiento en términos de la ley", cita la redacción propuesta.
El proyecto precisa que "corresponde al Estado la rectoría de la educación", que además de obligatoria será universal, pública, gratuita y laica.