Cd. de México (13 marzo 2019).- El proyecto del Tren Maya que impulsa el Gobierno Federal en el sur del País nada tiene que ver con el ecoturismo, advirtió la bióloga Julia Carabias.
A diferencia de los proyectos ecoturísticos que son de baja densidad, respetan la naturaleza, cumplen una función social e involucran a las comunidades locales como dueñas de la tierra y usufructuarias de la naturaleza; el Tren Maya promueve un turismo masivo, expresó.
"El Tren Maya no tiene nada que ver con el ecoturismo, es el anti ecoturismo. El Tren Maya es masivo, lo que está tratando de hacer es que bajo el supuesto de desarrollo regional del sureste para superar la pobreza en esa región, meter un Tren que dinamice la economía, lo que se quiere es distribuir la carga que está sobrepasada en Tulúm al resto de las áreas y hacer masivo Calakmul, hacer masivo Bacalar", enfatizó.
Al impartir la conferencia "Medio Ambiente y Bienestar Social" ante estudiantes del Tec de Monterrey, la bióloga mexicana expuso el modelo de ecoturismo que impulsa desde hace varios años en la Reserva de la Biósfera Montes Azules ubicada en Chiapas y el cual, ha permitido un desarrollo económico y social para las comunidades sin causar perturbaciones al medio ambiente.
Actualmente, la Reserva de Montes Azules que a su vez forma parte del ecosistema de la Selva Lacandona, es considerada una de las más ricas en flora y fauna a nivel nacional.
Si bien el modelo ecoturístico de Montes Azules podría ser replicado en sitios la Reserva de la Biosfera de Calakmul, sostuvo que no es atractivo frente a los desarrollos turísticos que apuestan por un turismo masivo pese a las consecuencias ambientales que esto implique.
"Este proyecto es perfectamente replicable en Calakmul y cuesta frente al Tren, la llanta de un Tren. No se compara en costos pero esto no resuelve un problema de aumentar las divisas haciendo desarrollos turísticos con empresas privadas.
Se pretende meter en Calakmul una población de 50 mil personas, imagínense lo que va significar el uso de suelo en una selva tan importante como es la Selva Lacandona", planteó Carabias.
Durante la conferencia, enfatizó que la interferencia humana sobre el funcionamiento de la naturaleza no tiene precedente y se han rebasado los límites planetarios mientras que otros están en proceso de llegar a una situación de riesgo.
Sin embargo, dijo, el ecoturismo en México no se promueve porque no se ha convertido en una política pública de Gobierno, a pesar de que los gobernantes conocen bien casos de éxito como el de Montes Azules.
"Esto se tiene que convertir en política pública y eso no lo ven las autoridades. Lo que está pasando es que lo ven y dicen que está muy chido este proyecto y lo conocen presidentes, secretarios, subsecretarios, directores y lo conocen comisionados pero hay que destinarle recursos y personal, esta es la parte que no da el brinco porque las prioridades se colocan en otras cosas", agregó.
La preservación del ecosistema de la Reserva de Montes Azules, continuó, es un esfuerzo una organización no gubernamental con los apoyos de la iniciativa privada, con fondos perdidos, con capacitación y capacidad organizativa que requiere el acompañamiento técnico a las comunidades y prueba que sí es viable social, económica y ambientalmente, pero debe convertirse un modelo de política pública nacional.